El parque oscuro engulle su silueta, mientras avanza apresurada hacia la avenida principal. Allá podrá encontrar movilización más rápido. Maldito jefe que le hizo trabajar hasta estas horas... Su reloj marca las 22:00, su corazón cuenta los segundos. Al pasar junto a un gran árbol, algo le obliga a acelerar el paso, algo que no entiende pero que la desespera. Sigue. Ve las luces de la avenida. Un murmullo a sus espaldas. No voltea y continúa, cada vez más asustada. Otro murmullo, más cerca. Ya no camina, trota. Pasos rápidos. Ya no trota, corre. Unas sombras la rodean, engullen su silueta.
Ya no corre, es su mente la que huye mientras su cuerpo queda a merced de esas sombras que destrozan su interior...
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domingo, 17 de mayo de 2009
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