miércoles, 27 de mayo de 2009

Por un segundo

...hasta que llegó un momento en que no aguantó más. Dejó de repartir y caminó de vuelta por el pasillo, tambaleándose por el vaivén de la micro. La miró con los ojos llenos de tormento y ternura, y reventó: "te amo". Ella lo miró, sin entender, mientras él bajaba la cabeza, resignado, y bajaba en silencio, como ayer, como siempre. Sin saber que ella se habría demorado diez segundos más en atinar y mirar la hoja de dibujitos para saber qué le habían dicho.
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